Reunión entre Castillo y Maduro no estaba prevista, dice canciller

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Canciller de Perú, Oscar Maúrtua/Ministerio de Relaciones Exteriores

La reunión que mantuvo el presidente de Perú, Pedro Castillo, y su par venezolano, Nicolás Maduro, no estaba prevista y tampoco consignada en la agenda oficial, ya que la presencia
de Maduro en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en México, no estaba confirmada, según explicó el canciller peruano,
Oscar Maúrtua, a la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional.
La declaración del canciller se da en el marco de la convocatoria de la oposición en el Congreso para que explique sobre la reunión que el Castillo mantuvo con Maduro, luego que el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, desmintió al vicecanciller Luis Enrique Chávez quien había afirmado que el país no reconoce a autoridades legítimas en Venezuela.
Maúrtua también explicó ante la Comisión que el encuentro se trató sobre el eventual retorno de migrantes venezolanos y la posible compra, por parte de Venezuela, de productos peruanos.
“El encuentro se produjo teniendo en cuenta el principio de igualdad jurídica de los Estados, así como la Declaración de Principios Referentes a las Relaciones Amistosas y a la Cooperación entre los Estados (1970), en los márgenes de la reunión plenaria de la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, que como todo espacio multilateral es el lugar propicio para generar no sólo reuniones bilaterales previamente coordinadas, sino también encuentros espontáneos que promueven intercambios de opiniones y negociaciones ‘de pasillo’ (pull aside)”, manifestó el Canciller.
Respecto a la relación actual con el gobierno de Nicolás Maduro, el canciller afirmó que el gobierno peruano retomó los contactos para intensificar la cooperación consular. Además, el funcionario señaló que Perú insistió en su apoyo al proceso de diálogo y negociación que se viene desarrollando entre el gobierno y la Plataforma Unitaria de Venezuela en México, con el apoyo de Noruega y el acompañamiento de Rusia y los Países Bajos.