El Fondo Monetario Internacional (FMI) reduce en US$ 1.800 millones las metas establecidas con el gobierno argentino, como consecuencia de la severa sequía, y solicitó medidas económicas estrictas junto a un mayor apoyo político en año electoral.
En documento publicado tras la difusión del comunicado de aprobación de metas del cuarto trimestre, el FMI observa que el progreso de Argentina desde fines de 2022 ha sido más mixto, debido a la severa sequía y retrocesos en las áreas de energía, pensiones y política cambiaria.
“Se debe mantener una postura de política monetaria estricta para hacer frente a las altas y crecientes presiones inflacionarias y respaldar la demanda de activos en pesos. Las tasas son necesarias hasta que las expectativas de inflación se pongan en una clara tendencia a la baja, y se pueden justificar nuevos aumentos en caso de nuevos shocks de inflación y/o una intensificación”, exponen en apartado.
Las metas de acumulación de reservas para Argentina en 2022 se ajusta a US$ 1.900 millones para el primer trimestre, US$ 6.800 millones para segundo trimestre, US$ 7.200 millones para el tercer trimestre y US$ 8.000 millones para el cuarto trimestre.
Los objetivos de financiamiento fiscal y monetario se mantienen sin cambios como porcentaje del PIB, aunque implican una mayor consolidación subyacente debido a los impuestos a la exportación inferiores a los programados.
“La planificación de contingencias y la formulación ágil de políticas serán indispensables para mejorar la probabilidad de éxito del programa, y es posible que se requiera un endurecimiento adicional de las políticas y ajustes de las políticas cambiarias”, exponen.
LAS METAS DE INFLACIÓN Y CRECIMIENTO SE MANTIENEN EN 2023
Además, el FMI mantuvo las metas de 60% de inflación para la Argentina este año y un crecimiento de 2% en el PBI de manera constante y consecutiva hasta 2028.
Para los próximos años, la meta de inflación para el país será de 44% en 2024, 40% en 2025, 35% en 2026, 30% en 2027 y 25% en 2028. En tanto, las reservas internacionales brutas deberán finalizar 2023 con US$ 46,2 millones para elevarse en 2024 a US$ 52,9 millones, a US$ 57,9 millones en 2025, a US$ 62,9 millones en 2026, a US$ 65,9 millones en 2027 y a US$ 68,9 millones en 2028.
El ahorro de gastos se mantiene en 19,3% del PBI en 2023, en 19,1% en 2024, en 18,9% en 2025, en 18,8% en 2026, en 19,0% en 2027 y en 19,3% en 2028. El saldo de cuenta corriente se redujo a 1,0% del PBI en 2023 y se recorta a 0,8% en 2024, 0,6% en 2025, 0,5% en 2026, 0,7% en 2027 y 1,0% en 2028.
Luego, la base monetaria debería terminar 2023 en 6,3% del PBI para mantenerse consecutivamente en 6,5% entre 2024 y 2028.
La quinta revisión de metas del primer trimestre de 2023 será el 10 de junio, cuya aprobación permitirá un desembolso de US$ 3.000 millones. La sexta revisión de metas del 2T23 será el 10 de septiembre y la séptima revisión del 3T23 será el 10 de diciembre, por un desembolso de US$ 2.500 millones respectivamente.
Finalmente, la octava revisión de metas del 4T23 será el 10 de marzo de 2024 por US$ 800 millones, la novena revisión del 1T24 será el 10 de junio por US$ 800 millones y la décima revisión de metas del 2T24 será el 1 de septiembre de 2024 por US$ 814 millones. De esta forma, se completarán los US$ 31.914 millones pactados.
“El personal evalúa que la deuda de Argentina sigue siendo ‘sostenible, pero no con alta probabilidad’. La evaluación se basa en la implementación constante de un paquete de políticas macroeconómicas más fuerte incluido en la línea de base, consistente con una mejora en las condiciones del mercado de deuda local, una recuperación gradual de las reservas y la reanudación del acceso al mercado internacional a partir de 2025 y una reversión basada en condiciones de medidas de flujo de capital, incluidas medidas recientes que han dado lugar a múltiples prácticas monetarias”, estudian desde el FMI.
