Crece la incertidumbre en los mercados financieros globales, advierte el Banco Central Europeo

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El Banco Central Europeo (BCE) publicó el acta de la reunión del 27 de octubre, en la que los miembros del Consejo decidieron aumentar la tasa de interés básica en 0,75% (que ahora está en 1,5%). Las incertidumbres mundiales sobre la economía han aumentado, al igual que el riesgo de un aumento de la inflación.

“Las preocupaciones por la inflación continuaron siendo el principal impulsor de la evolución de los mercados financieros, ya que los resultados de la inflación continuaron sorprendiendo al alza, lo que llevó a un mayor ajuste de las expectativas del mercado para la política monetaria a nivel mundial”, dice el documento.

En consecuencia, el BCE espera seguir subiendo los tipos de interés para que la inflación alcance el 2% del objetivo fijado por el banco. “En la zona del euro, en comparación con las expectativas en el momento de la anterior reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno, los precios de mercado y los resultados de las encuestas ahora apuntan a expectativas de un ritmo más rápido de aumentos en las tasas de interés clave y de una tasa terminal marcadamente más alta”. .

El crecimiento del consumo privado en el segundo trimestre de 2022 ayudó a impulsar la inflación, debido a la reapertura de servicios que se encontraban interrumpidos en las fases más agudas de la pandemia. Sin embargo, los precios de la energía comenzaron a subir más, y despegaron de los incrementos derivados del crecimiento de la demanda. En esta etapa, ahora, la tendencia es a una disminución de la actividad industrial, debido a los mayores precios de la energía.

“Los indicadores PMI mostraron que también hubo una importante desaceleración en el sector servicios en los últimos meses, mientras que los volúmenes de ventas minoristas venían cayendo desde junio. Tanto la industria como los servicios experimentaron un nuevo aumento de la incertidumbre, lo que afectó la dinámica de la demanda esperada”.

Según el acta, la balanza comercial de bienes siguió cayendo, alcanzando un déficit de alrededor del 4% en agosto. “Este nuevo récord fue impulsado principalmente por el rápido aumento en la factura de importación de energía. Los altos precios de la energía no solo aumentaron los costos de importación, sino que también afectaron las exportaciones de productos químicos. Se ha vuelto muy caro en Europa, reduciendo la competitividad de estos productos y sus exportaciones”.

Los cuellos de botella en la cadena de suministro han ido disminuyendo y aún se reflejan indirectamente en el aumento de la inflación. “El shock del suministro de energía continúa pesando sobre la actividad manufacturera y el comercio. Además, la perspectiva económica mundial sigue siendo nublada”.

Debido a este escenario aún incierto, el banco ya ha señalado que debería aumentar aún más las tasas de interés. “El Consejo de Gobierno espera seguir subiendo los tipos. La trayectoria futura de los tipos debería basarse en la evolución de las perspectivas de inflación y de la economía”.

Las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III), que inyectaron liquidez a la economía en el momento de la pandemia, se recalibrarán para contener también el aumento de la inflación. “El instrumento necesitaba ser recalibrado para garantizar que fuera consistente con el proceso más amplio de normalización de la política monetaria y para mejorar la transmisión de los aumentos de las tasas de interés a las condiciones de los préstamos bancarios a partir del 23 de noviembre de 2022 y ofrecer a los bancos fechas voluntarias adicionales de reembolso anticipado”. .

El aumento de la inflación será responsable de la desaceleración del crecimiento económico en la segunda mitad de 2022 y principios de 2023. “Una recesión técnica se estaba convirtiendo en el escenario de referencia y el resultado más probable”. El banco también señala que el aumento de las tasas de interés debería continuar incluso con una desaceleración económica más leve. “Es poco probable que una recesión superficial o técnica mantenga la inflación bajo control, dado su impulso reciente y el riesgo de que los aumentos de precios sean difíciles de revertir”.

El aumento del 0,75% fue decidido por la mayoría de los miembros y “se consideró una respuesta apropiada dado el prolongado período de inflación excesivamente alta y el riesgo de que esto podría aumentar las presiones sobre los precios en el mediano plazo.Se recordó que la postura de la la política monetaria seguía siendo acomodaticia y se argumentó que un aumento de 0,75 puntos porcentuales era un paso necesario hacia una posición más neutral”.

En el momento de la reunión de miembros del BCE se creía que el aumento de 75 pp sería suficiente para contener la inflación, pero no fue así. “Aunque se creía ampliamente que con un aumento de 75 pp el Consejo de Gobierno lograría un progreso sustancial al retirarse de la política monetaria acomodaticia, también estaba claro que las tasas tendrían que aumentar aún más para alcanzar un nivel que satisfaga el objetivo del 2%”.

Vanessa Zampronho / Agencia CMA

Traducción: Rigoberto Horacio Vera / Agencia CMA Latam